Si hay un término o palabra de moda últimamente en los medios de comunicación tecnológicos y económicos, esa es NFT. Seguro que la has escuchado o leído recientemente. Si no sabes lo que es, no te preocupes. Hoy vamos a explicarte en qué consiste y por qué tiene un enorme potencial.
¿Qué son los NFTs?
NFT, son tokens no fungibles, activos digitales únicos. Son, ni más ni menos que un tipo de certificado digital de autenticidad que se verifica a través de blockchain.
Si te cuesta entender lo que son los NFTs no te preocupes. Lo mejor es buscar analogías con «el mundo real». Por ejemplo podemos hablar de arte. Crear, comprar y vender arte es algo habitual y sabemos perfectamente lo que es. Existe la cotización del arte, su gestión, normalmente empresas de subastas, marchantes o galerías y también interviene el creador que hace una obra única. Los elementos del proceso los tenemos claros y existen desde hace muchos años. Pero, ¿qué pasa si hablamos de «arte digital» o intangible, que existe, que podemos verlo pero no tocarlo? Aquí es donde entran en juego los NFT.
Un artista crea una obra digital y la pone a la venta. Llegados a este punto muchos se hacen la misma pregunta: ¿quién determina el valor de esa obra?
Pues al igual que en «el mundo real» el valor lo determinará la demanda que la obra tenga. La oferta y la demanda entran en juego al igual que una obra física. Puede parecer para algunos una locura que se pague por algo intangible pero no lo es. Además el sistema permite identificar con absoluta certeza al creador y a los compradores de dicha obra.
No solo arte
Aunque el primer ejemplo que se pone es el del arte, los NFT son muy variados.
Pongamos otro ejemplo: las cartas Pokémon. Durante años, el coleccionismo de cartas Pokémon ha sido un éxito entre niños y no tan niños. Se pueden adquirir cartas en sobres o packs pero existen algunas que son realmente difíciles de encontrar, otras muy exclusivas y unas pocas de las que apenas se han fabricado un puñado de unidades para los ganadores de algún torneo.
Los coleccionistas y completistas han llegado a pagar decenas de miles de euros por una carta Pokémon. Su escasez hace que se revaloricen y si alguien las quiere, ha de pagar sumas verdaderamente grandes.
En la actualidad han surgido colecciones de cartas o cromos digitales. Algunos videojuegos incluyen cartas como elementos «comprables». La única diferencia de todo lo que estamos mencionando es que no los puedes tocar. Sin embargo los puedes ver, tener, comprar y vender.
¿Qué valor tiene una carta digital? El que los compradores estén dispuestos a darle. Ni más ni menos. Ya existen muchos casos de NFTs que han alcanzado precios muy elevados.
Es habitual escuchar el siguiente argumento: «Sí, pero un sello o una carta física existe, está ahí, la puedes tocar y es única. Merece ser cara. Pero algo digital puede copiarse mil veces, no vale nada».
Aquí está la clave de todo esto. Efectivamente un archivo digital por regla general puede replicarse de forma indefinida pero un NFT en el blockchain no. Es único y contiene una trazabilidad total. Además la información está descentralizada, es segura.
Sectores basados en la propiedad intelectual artística, que hasta ahora han sufrido repetidas crisis a causa de la tecnología, ven en el NFT una alternativa más que interesante.
¿Cómo se compran y venden los NFT?
La red Ethereum y su cadena de bloques ha tenido un papel protagonista en estos «tokens». Esto ha hecho que sea fácil operar con ellos. Los monederos que permiten hacer transacciones con Ethereum facilitan la tarea.
Era necesario facilitar el proceso de compra-venta para su popularización. También han surgido plataformas que permiten simplificar el proceso de creación de obras artísticas ya basadas en este innovador «mercado».
¿Qué hace diferente al NFT?
Si te parece poco todo lo que te hemos contado hasta ahora, vamos a detallarte las características que los hacen tan especiales:
Obras únicas aunque puedan ser replicadas
El creador crea su obra e incluso la puede replicar tal y como han hecho a menudo artistas «del mundo real». Eso sí, tú podrás certificar ser el propietario de esa obra original, o de las copias que puso a disposición del mercado su autor. Todo estará siempre registrado con seguridad. Por supuesto que alguien podrá coger la imagen y compartirla por ejemplo poniéndosela de avatar, pero solo uno será el propietario de esta obra. Hasta ahora también se podía fotocopiar un Warhol pero, ¿eso te hacía propietario de una de sus obras? Evidentemente no.
No se puede fraccionar
No puedes tener una parte de una obra. Aunque hay similitudes tecnológicas con las criptomonedas, en éstas tú puedes tener una fracción de un bitcoin pero no puedes tener una fracción de un NFT.
Fin al derecho de uso en obras culturales
Con la llegada de las plataformas de música o cine nos hemos acostumbrado a pagar por el uso de contenidos culturales. Puedes comprar una película y la tienes ahí siempre disponible pero si cambian las condiciones de la plataforma o si ésta cierra, pierdes tu compra. Se desvanece como un azucarillo en el café. Con los NFT la obra es tuya. Tú eres su propietario.
Indestructibles
Los NFT se guardan en la cadena de bloques a través de un contrato inteligente (Smart Contract). No se pueden destruir, dividir, eliminar o duplicar. La seguridad de conservar la información genuina, de propiedad, en el tiempo, es única.
El Futuro
Ya tenemos criptodivisas, NFT y smart contracts. El círculo se cierra y la actividad empresarial puede comenzar, desarrollarse y terminar en un nuevo mundo digital que apunta a ser el habitual para una generación que hoy todavía está formada por niños.
El día a día de cualquier individuo dentro de unos años (inversiones, compra / venta, creación, entretenimiento, etc.) pasará por tecnologías que algunos engloban bajo el nombre de web 3.0 y que han venido a revolucionar la vida tal y como la conocemos.
Mientras tanto nosotros seguiremos divulgado sobre todo ello en nuestro Blog. Síguenos en las redes sociales para estar siempre al día.
