La nueva ley educativa fue aprobada hace poco. La llamada LOMLOE no incluye la asignatura de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en su redacción. Esto ha provocado numerosas quejas por parte de asociaciones de ingenieros informáticos, profesores y estudiantes, que exigen que se vuelva a incorporar.
El problema reside en la lista de asignaturas específicas que aparecía en la anterior ley (LOMCE), y que recogía, entre otras, la asignatura de TIC. Esta era la única asignatura relacionada con la informática que se ofrecía en Bachillerato. Ahora esta lista de asignaturas ha desaparecido, dejando las competencias respecto a estas materias optativas a las administraciones de cada comunidad. De esta manera, es responsabilidad de cada comunidad autónoma y sus administraciones decidir si incluir esta asignatura o no.
A pesar de que desde el ministerio de Educación se afirma que las competencias digitales y tecnológicas van a estar repartidas por todo el currículo, las asociaciones lo consideran insuficiente, y no entienden que se elimine la asignatura por estar las competencias digitales repartidas en el resto de las materias.
Las asociaciones recalcan también la creciente necesidad de profesionales relacionados con las tecnologías, por lo que todavía se entiende menos el trato hacia la asignatura de TIC, y reclaman que debería haberse hecho obligatoria, para ayudar también a los jóvenes a elegir su vocación antes de elegir una carrera a ciegas.
El mal trato que se da a la informática y las competencias digitales en la educación es algo que viene de lejos. A pesar de la creciente demanda de profesionales digitales en los últimos 20 años, estas competencias tienen muy poca cabida en los colegios y universidades de nuestro país. El resultado de esto es un bajo nivel en competencias digitales entre la población española.
Un informe de ICDL Europe apunta que sólo el 58% de los millenials domina habilidades tecnológicas básicas que les ayudan en su trabajo, pese a que la mayoría tienen empleos digitales, y otro estudio, en este caso de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicado en 2015, señalaba que los jóvenes españoles de entre 16 y 29 años eran de los que peores habilidades informáticas tenían en toda la Unión Europea, solo por encima de Italia.
Por lo tanto, queda patente que en España todavía tenemos mucho trabajo por hacer a la hora de mejorar las competencias digitales de nuestros jóvenes y mejorar la forma de enseñar estas competencias en nuestros centros educativos.
